miércoles, 21 de septiembre de 2011

Análisis de inmunoglobulinas

El análisis de inmunoglobulina mide el nivel de ciertas inmunoglobulinas, o anticuerpos, en la sangre.
El cuerpo genera diferentes inmunoglobulinas para combatir cada antígeno. Por ejemplo, el anticuerpo de la varicela no es el mismo que el anticuerpo de la mononucleosis. A veces, el cuerpo puede equivocarse y generar anticuerpos que atacan a su propio tejido, afectando a los órganos sanos ya que los identifica como cuerpos extraños. Esto es lo que se conoce como "enfermedad autoinmune".
Por lo general tanto la IgA como la IgG y la IgM se miden simultáneamente. Al evaluarse juntas, le brindan al médico información importante sobre el funcionamiento del sistema inmunológico, especialmente en lo relacionado con las infecciones y las enfermedades autoinmunes.

¿Por qué realizar éste análisis?

Una vez que un anticuerpo es producido contra un antígeno específico, la próxima vez que un antígeno entra al cuerpo, el sistema inmunológico "recuerda" su respuesta y produce más de los mismos anticuerpos, por esto se dice que el sistema inmunológico cuenta con "memoria". Contando con esto, verificar la presencia de inmunoglobulinas específicas en la sangre puede ser útil para diagnosticar o excluir las infecciones o ciertas otras enfermedades.
Los médicos también utilizan este análisis de inmunoglobulina para ayudarlos a hacer un diagnóstico de las inmunodeficiencias (cuando el sistema inmunológico no funciona correctamente). Es posible que una persona haya nacido con una inmunodeficiencia o que la haya adquirido como consecuencia de una infección, desnutrición, quemaduras o por los efectos de medicamentos. Los médicos sospecharán que un niño sufre de una inmunodeficiencia si éste contrae infecciones frecuentes y poco usuales.

El procedimiento

En general, un profesional extraerá sangre de una vena. En el caso de lactantes, es posible obtener la sangre con una pequeña punción en el talón con una pequeña aguja (lanceta). Si la extracción de sangre se realiza en una vena, se limpia la superficie de la piel con un antiséptico y se coloca una banda elástica (torniquete) alrededor del brazo para ejercer presión y lograr que las venas se hinchen con sangre. A continuación, se inserta una aguja en la vena (por lo general, se hace a la altura del codo en la parte interna del brazo, o en el dorso de la mano) y se extrae sangre que se recoge en un vial o una jeringa.
Después del procedimiento, se retira la banda elástica. Una vez recolectada la sangre, se retira la aguja y se cubre la zona con algodón o una venda para detener el sangrado. La recolección de sangre para este análisis sólo demora unos minutos.
análisis de sangre
análisis de sangre, talón

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